La vicepresidenta Francia Márquez sorprendió con un discurso en el que dejó en evidencia su postura frente a la situación actual del Gobierno y su relación con el presidente Gustavo Petro. Con un tono de reflexión y firmeza, Márquez reveló que desde el primer día de su nombramiento presentó su carta de renuncia, dejándola en el escritorio del mandatario para que la firmara cuando lo considerara necesario.
“Mi carta de renuncia yo la puse desde el mismo día que usted me designo como ministra de la Igualdad y usted sabe que la puse en su escritorio para que la firme cuando lo considere. Pero yo le aposté junto a usted a un sueño de cambio y transformación”, declaró Márquez, dejando entrever sus dudas y, al mismo tiempo, su compromiso con el proyecto de Gobierno.
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Durante su intervención, la vicepresidenta expresó la angustia que siente por la situación del país y por las víctimas de la violencia, recordando que la historia de Colombia está marcada por el sectarismo y el derramamiento de sangre. “No hay una familia en este país que no sea víctima. Pero, ¿cómo hacemos que este proyecto no termine dilapidado? Y digo este proyecto porque es el que yo creí. Yo no creía en la política, presidente”, afirmó Márquez.
Con una historia de lucha social y defensa de los derechos humanos, la vicepresidenta recordó cómo su comunidad ha sufrido las consecuencias de decisiones políticas que beneficiaron a multinacionales y cómo, a pesar de ello, ha mantenido su activismo en defensa del territorio. “La política se metió con mi familia, con mi pueblo, con mi comunidad. Fue una decisión política entregarle el territorio de mi comunidad a empresas multinacionales”, señaló.
Francia Márquez también hizo referencia a las críticas que ha recibido dentro del Gobierno y por parte de la ciudadanía, asegurando que ella sigue comprometida con el país y con el cambio que prometieron. “La gente se queja de que la tienen relegada. Sí, la gente tiene razón. Yo pensé que llegaba aquí a ser su aliada. Y yo sigo pensando lo mismo. Yo soy su aliada, no su enemiga”, afirmó, dejando claro su deseo de contribuir a la construcción de un nuevo modelo de nación.
La vicepresidenta enfatizó que su lucha no responde a ideologías partidistas. “Yo no he sido izquierda, yo no he sido derecha. Yo soy una mujer activista, defensora de la vida, de los derechos humanos, de la naturaleza, del territorio”, manifestó.
Finalmente, Francia Márquez reiteró su compromiso con el país, asegurando que seguirá luchando por la equidad y la dignidad de los colombianos, dentro o fuera del Gobierno. “Aquí estoy, camino con usted hasta donde usted diga. Pero tampoco vengo a guardar silencio sobre las cosas que considero no están bien. Y se las voy a decir a usted las veces que sea necesario con la lealtad y con la transparencia con las que siempre le he hablado”, concluyó.
Con estas declaraciones, la vicepresidenta deja abierta la incertidumbre sobre su futuro político y su rol dentro del Gobierno de Gustavo Petro. Mientras tanto, sus palabras han generado un amplio debate sobre la relación entre ambos líderes y el rumbo del actual mandato.
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